Enchufarse a la energía verde tiene doble beneficio. ¡Ahorramos dinero y dejamos de emitir CO2! Pero…¿Es posible en España tener en casa electricidad 100% renovable? Luzia te lo enseña a continuación. Si te preocupa el cambio climático, toca hacer algo para reducir las dañinas emisiones a la atmósfera.¡Vamos allá!
El paso a ser renovable.
Este año va a ser uno de los más importantes en la historia de las energías renovables. Tanto si quieres ahorrar energía como si te preocupa el cambio climático, ha llegado tu hora de contactar con Luzía. Uno de cada cinco kilos de CO2 lo emitimos en nuestros hogares. ¿Lo sabías?
Es hora de pensar seriamente en el modo de reducir la huella climática doméstica. Tener en casa electricidad procedente de fuentes renovables no solo es posible y fácil, también resulta más barato. Despreocúpate de tu factura de la luz, preocúpate por el planeta. Porque no solo se trata de ahorrar, también podemos cambiar las reglas del juego. Luzía quiere que cuentes con la garantía de que estás apostando por un consumo 100% verde.
La energía verde no es más cara.
Luzía ha desterrado la idea de que la energía verde es más cara. Los precios de su energía, una energía 100% verde y transparente, son precios competitivos y en la simplicidad y comodidad para el consumidor.
Luzía ilumina cada casa con una luz sin CO2 y más barata que la convencional. El potencial verde resulta inmenso. Si España aprovechara todo su potencial renovable tendría electricidad limpia de sobra para todos. Así, el país podría generar electricidad a partir del sol y del viento a un precio de entre 36 y 40 euros por megavatio/hora, por debajo de los 45 o 50 euros que hemos pagado por ella durante 2019.
¡Fuera mitos sobre la energía verde! El precio que se paga en el mercado por la energía renovable es exactamente el mismo o incluso más barato que por la energía no renovable. El mito de que la energía renovable es más barata que la de origen fósil viene del sistema de fijación del precio de la electricidad que tenemos en España. Este sistema establece que la renovable oferte su producción a precio cero, y el resto de tecnologías ofertan en función de sus costes de producción.
Enchufarse a la corriente verde implica no solo dejar de emitir CO2, además puede tener beneficios para la economía del hogar.