Sabemos que el ahorro y la eficiencia energética nos preocupa a todos, por lo que habrás oído hablar de la energía reactiva. Seguro que algún amigo o vecino te ha dicho que reduce la eficiencia de las instalaciones, que es mala para la red eléctrica y que si consumes energía reactiva tendrás una penalización en tu factura de luz. Pero, ¿en qué consiste exactamente la energía reactiva?
Explicar el concepto de energía reactiva es algo complejo. Si lo buscas en un libro solamente verás ecuaciones de números complejos y relaciones trigonométricas. En Luzía Energía nos esforzamos por explicarte los conceptos de ámbito energético lo más claramente posible, para que puedas entender tu factura energética sin tener duda alguna. ¡Atento! Comenzamos nuestra explicación:
La Energía reactiva es aquella que se genera en las instalaciones eléctricas. A la hora de transformar la energía en campos magnéticos y eléctricos, los aparatos que se utilizan incorporan bobinas para su funcionamiento. Tras realizar dicha transformación se genera esta energía. En tu hogar también puedes encontrar aparatos que generan este tipo de energía, como el frigorífico, el portátil o los fluorescentes.
Energía activa y reactiva
La energía eléctrica que consumes a diario en tu oficina u hogar está formada por dos tipos de energía: la energía reactiva anteriormente explicada y la activa. Entrando un poco en materia, la energía reactiva se mide en kVArh y se genera tal y como te explicamos en el punto anterior. En cambio, la energía activa se mide en kWh y es generada como resultado de la transformación de la energía eléctrica en calor o trabajo mecánico.
A su vez, la suma de ambas energías se conoce como energía aparente. En la transformación de la energía en campos magnéticos y eléctricos intervienen tanto bobinas como resistencias y condensadores. Para que lo puedas comprender mejor sobre qué estamos hablando, estos tres elementos son tipos de cargas en el ámbito de la electricidad.
¿Cómo evitar la penalización por energía reactiva?
Este tipo de energía suele descompensar la instalación eléctrica, provocando una pérdida de potencia eléctrica que a su vez provoca que tengas que ampliar tu potencia contratada. Pero esto no es todo, la energía reactiva es la causante de generar un menor rendimiento en los aparatos eléctricos de tu casa, caídas de tensión y volatilidad en la red eléctrica, entre otros inconvenientes. Tu recibo de la luz puede verse aumentado notablemente.
Además las compañías eléctricas incrementan el importe de tu factura de luz con un recargo económico e incluso pueden imponerte una cuantiosa penalización si consumes más del 33% de energía reactiva mensual. ¿Es posible evitar estos perjuicios?
La mejor manera de evitar este recargo consiste en disminuir al máximo la generación de este tipo de energía. Para ello, te recomendamos instalar baterías de condensadores que minimizan, o incluso neutralizan por completo, la producción de energía reactiva. Una vez que hayas hecho este procedimiento dejarás de pagar por esta energía en tu factura. A partir de este momento solo pagarás por el consumo eléctrico que realices.
¿Alguna duda?
Por otra parte, en Luzía contarás con asesoramiento personal para reducir al máximo tu factura de la luz. ¡Tu bolsillo lo agradecerá! Puedes comenzar por comprobar cuánto puedes ahorrar en tu factura eléctrica mensual. Realiza el estudio de ahorro energético que encontrarás en nuestra web y podrás ver de manera visual y 100% real todo lo que ahorrarás con Luzía.
Si al llegar a este punto continúas con alguna duda en la cabeza, no te preocupes. Estamos aquí para explicarte cualquier concepto que desconozcas sea la energía reactiva, el término de potencia o el contrato de suministro. Puedes realizar tu consulta a través de nuestro correo electrónico o llamando al número de asistencia gratuito 900 922 607. ¡Súmate a la energía transparente de Luzía!